Cuando nos dan el diagnóstico y sabemos a ciencia cierta que padecemos de colitis ulcerosa, es normal sentir algo de miedo por no saber que podemos y que no podemos comer.

En términos gastronómicos nuestra vida va a sufrir un cambio tremendo.
Miedo a los alimentos
Debemos considerar que aprender a conocer los alimentos que mejor sientan o los alimentos que causan un aumento en el malestar, es una situación que no se va a dar de la noche a la mañana.
Toma tiempo, el mejor método es el ensayo y error, razón por la cuál hay que ser paciente.
Prueba alimentos grasos, para asegurarte del motivo por el cuál los deberás evitarlos.
Las veces que me excedo comiendo pizza o productos de repostería en un corto período de tiempo, luego termino arrepintiéndome.
Por el malestar que me provocan.
En cambio, soy capaz de tolerar dos porciones de pizza.

En los momentos que no tenemos apetito, hay que esforzarse por comer comidas pequeñas y frecuentes en lugar de las tres comidas a las que estamos acostumbrados.
Lo ideal es hablar con el médico o un dietista sobre la inclusión en la dieta de suplementos nutricionales líquidos o recetas de batidos caseros y por que no unos smoothies.
O mejor dicho, batidos, aunque no tenga el mismo glamour que la palabra en inglés, es lo mismo.
Es deprimente pensar en tener que renunciar a ciertos alimentos para siempre.
Especialmente aquellos que eran nuestros platos predilectos.
Es mejor no pensar en términos de tiempo tan prolongados, y comenzar a corto plazo.
Controlar la dieta es vital para pacientes de colitis ulcerosa
Trata de hacer un cambio en la dieta por unas dos semanas para ver cómo se siente sin ese tipo de alimentos.

Luego, proceder en consecuencia, es claro que después de un gusto, por lo general viene un disgusto, así que se pueden comer las patatas fritas que tanto nos gustan, pero debemos saber las consecuencias que nos van a acarrear si además las aderezamos con salta de tómate.
En las ocasiones que toca comer fuera de casa, si te sirven salsas que pueden molestar al estómago, lo mejor es servirte en un recipiente aparte.
De esa forma puedes controlar la cantidad que te vas a comer, o si no quieres servirse ni una pizca de dicha salsa.
En un entorno social donde no hay absolutamente nada que puedas comer y beber, por lo menos tener un vaso o una copa en la mano puede hacerte sentir menos malestar al ver que todos a tu alrededor están comiendo o bebiendo.
Preste atención a los alimentos azucarados como los carbohidratos como pasta y sentir como reacciona su sistema digestivo.
Las bacterias se alimentan de azúcar y producen un exceso de gas, que puede contribuye al dolor y la hinchazón.
